jueves, 21 de junio de 2012
Saltos
Salto la cuerda y aprendo. Me quedo quieto para pensar. Miro el piso y no veo la huella. Empieza la confusión. Trato de volver a saltar, pero la soga ató mis pies. Grito en medio de la niebla que me va invadiendo. Nadie me escucha. Una lágrima quiere encerrarme en su rincón; puedo esquivar su dolor ardiente.
Río a carcajadas por lo que vendrá. Todo es aparente, menos la cuerda.
18-04-2012
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